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Obsérvate con frecuencia y corrige tu postura
Si no tienes la costumbre de estar en una postura erguida, puede que te
preguntes: “¿Cómo voy a mantener durante 24 horas una
postura que no me resulta natural?” Ahí está la clave:
Si quieres prevenir los problemas
de espalda, habitúate a la postura erguida hasta que se convierta
en tu postura natural. |
Sentarnos, ponernos de pie o agacharnos es un trabajo muy simple que
realizamos diariamente con mucha frecuencia. Tanta, que no nos damos cuenta
de cómo lo hacemos, sino que lo hacemos automáticamente
y casi siempre de forma perjudicial para la espalda.
Si quieres quitarte vicios posturales
y adquirir hábitos saludables, la mejor de todas las reglas
es: concéntrate en lo que estás haciendo. |
Cuando te levantes por la mañana, cuando trabajes, cuando descanses,
cuando hagas tus labores... en todo momento, trata de ser consciente de
la postura que adopta tu cuerpo y corrígela.
Utiliza un truco clásico: imagina que tienes un objeto sobre la
cabeza y que no debe caerse.
Si te observas y te corriges, poco a poco irás acostumbrándote
a la postura erguida: conseguirás quedarte con ella y tu salud
gozará de sus beneficios.
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