Parece que, de momento, los exámenes son inevitables. Se utilizan para determinar cuánto has aprendido, medir tu nivel de conocimientos, seleccionar a los candidatos más aptos, etcÂ…
Teniendo esto en cuenta, vale la pena dedicar la suficiente atención a su preparación.
No basta con conocer la materia. Existen una serie de "trucos" que te pueden ayudar a superarlos y a salvar ese obstáculo que supone el folio "en blanco".