Es el método más generalizado para deshacerse de las basuras.
Son lugares más o menos controlados donde la basura compactada es
depositada en el suelo y enterrada para evitar malos olores.
Existen vertederos para RSU y vertederos para residuos
inertes o RTP. Cada uno de ellos tiene unas características
especiales.
Los vertederos no han existido durante toda la Historia. Antes de
su invención, las basuras se arrojaban de forma incontrolada
en el campo e incluso en las propias ciudades, provocando graves problemas
sanitarios. En su momento fueron una gran mejora.
Pero llegó un momento en que esta solución
se convirtió en un problema:
Ocupan mucho espacio y su ubicación debe reunir unas
características muy especiales por lo que cada vez es más
difícil encontrar un lugar adecuado donde ubicarlos.
Son estéticamente desagradables, producen malos olores y son
un foco de infección a través de insectos, roedores y
aves.
Como consecuencia de la mezcla de materiales y su fermentación,
se producen lixiviados que pueden contaminar las aguas subterráneas.
Los gases que se producen en la descomposición pueden provocar
incendios espontáneos, altamente contaminantes.
Por eso, un vertedero controlado debe contar con una serie de requisitos
y medidas de control, algunas de las cuales pueden verse en el siguiente
gráfico: