Piensa en la última colada que has hecho. Seguro que la mayor parte de la ropa que metiste en la lavadora era de tus hijos. Como niños que son, lo normal es que se ensucien pero deben saber que poner la lavadora, tenderla, doblarla y plancharla supone un trabajo duro en el que pueden ayudar.
Puede que te parezca complicado que aprendan a usar la lavadora pero recuerda que la capacidad que tienen los niños de aprender ciertas cosas depende de las oportunidades que se les brinde.
¡Inténtalo! Verás como no te defraudan. El mismo niño que maneja con destreza un complicado juego de ordenador puede hacer funcionar la lavadora y la secadora sin problemas.