Debes saber que...
Antes de escribir ni una sola línea de tu reclamación, debes encontrar la respuesta a estas tres preguntas:
¿A quién va dirigida esta reclamación?
Es muy importante que identifiques a la audiencia de tu reclamación. Si se trata de un comercio, una empresa privada o una entidad pública. Utilizar el vocabulario y las expresiones adecuadas es fundamental si deseas que tu queja sea atendida.
En cualquier caso, no olvides que el tono de la carta debe ser cortés pero exigente; estás haciendo una queja, no saludándoles.
¿Por qué reclamo?
Es importante que tu reclamación exprese de forma clara y concisa los hechos que quieres denunciar. No te ahorres los detalles, cualquier información sobre lo sucedido es válida para apoyar tu queja.
¿Qué solución pides?
Tu reclamación no es la demostración de un enfado o una pataleta. Se trata de encontrar una solución a tu problema con esa empresa o entidad.
La petición de una indemnización, la devolución o reparación de un artículo, o el pago de una cuantía por daños pueden ser algunas de tus peticiones. Eso sí, recuerda que se trata de recuperar lo perdido, no de sacar provecho de ello.
LO QUE NO DEBE FALTAR EN TU RECLAMACIÓN |
Datos del consumidor: nombre, domicilio, DNI (es conveniente dejar un teléfono para que te puedan localizar sin problemas).
Datos del proveedor: nombre de la empresa, domicilio.
Documentación acerca del problema planteado. Toda la documentación original relacionada con los hechos que se quieres (facturas, remitos, presupuestos, notas, cartas). |
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