Si la compra programada se hace con una buena lista, es posible que no tengas que hacer pequeñas compras a lo largo de la semana. Evítalas siempre que puedas. La falta de planificación y la prisa no son buenas a la hora de comprar:

• Se adquieren productos innecesarios
• No se presta atención al etiquetado y fechas de consumo preferente
• No se comparan los precios

¿Qué incluyo en la lista?
¿Frutas o dulces, marcas conocidas u ofertas puntuales? El contenido de la lista determinará tu compra. Ten en cuenta estos consejos:

• Aprovecha las frutas y verduras de temporada: las alcachofas en abril y las fresas en julio contienen más sustancias nutritivas y son más económicas.
• No abuses de los productos preparados. No son adecuados para una dieta equilibrada y su diferencia de precio es considerable.
• Las marcas blancas o genéricas son una buena opción, sobre todo para los productos más básicos. Si lo llevas decidido desde casa, perderás menos tiempo en el supermercado.
• No dejes pasar las ofertas puntuales o los vales de descuento. Tu bolsillo te lo agradecerá

Sobre la marcha
Si haces la compra con tu familia a pareja, procura no despistarte y estáte atento a la información en la propia tienda:

• Lee la composición de los alimentos en las etiquetas. Este hábito te ayudará mucho a la hora de elegir los mejores productos.
• Fíjate bien en las fechas de caducidad. Si sabes que no consumirás el producto rápidamente, procura encontrar uno con una fecha de caducidad alta. Busca en el fondo de la exposición. Allí los encontrarás.
• Saca partido a las ofertas. Pero recuerda, si no tenías pensado comprarlo, seguro que la oferta vuelve a repetirse.

Si vas a la compra con niños, te permitirá enseñarles esta habilidad. Es un buen momento, además, para explicarles por qué no se puede comprar todo aquello que se les antoja.

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