Te sugerimos que sigas el siguiente procedimiento:
Ten claros tus objetivos.
Elige la herramienta apropiada
Aplica una buena estrategia de búsqueda.
Selecciona los resultados relevantes.
1.-Aclara tus objetivos
Lo primero que debes hacer es tener claro cuáles son exactamente tus necesidades. Te sugerimos que reflexiones sobre lo siguiente:
Tu nivel de conocimiento previo: ¿eres un experto y buscas profundizar en el tema o sólo te interesa tener una noción general?
Si es el segundo caso, empieza por los buscadores genéricos.
Si eres algo experto, recurre a buscadores temáticos o foros especializados, donde podrás pedir consejo sobre las mejores fuentes para resolver tu problema concreto.
La concreción de lo que buscas determina muchas veces la complejidad de la búsqueda: no es lo mismo buscar un dato tan puntual como el peso atómico del Litio, que documentarte sobre la Guerra Civil Española. Esto último te exigirá hacer múltiples búsquedas e ir "tirando del hilo". Es decir, ver a qué te conduce lo nuevo que vas aprendiendo.
Por ejemplo, si descubres el término "Brigada Azul" y quieres profundizar en él, lo introducirás en un buscador para encontrar nuevas referencias
Si el tema se presta a polémicas, será necesario atender a los distintos puntos de vista que pudieran encontrarse en Internet. No nos debemos conformar con lo primero que encontremos.
Un ejemplo significativo podrá ser la adopción por parte de parejas homosexuales o la eutanasia.
Escoge los términos o palabras clave que mejor definan la información a localizar, y que no sean ambiguos. Si no, te arriesgas a obtener una lista ingente e inútil de resultados.
Por ejemplo, para informarte sobre el tiempo atmosférico, el término "tiempo", que tiene otras acepciones, puede darte más resultados inútiles que si utilizas la palabra "clima".
2.-Usa la herramienta apropiada
Buscadores. Son bases de datos creadas a partir de información obtenida por programas que recorren Internet. Localizan nuevos recursos de información y permiten su consulta a través de palabras clave.
Algunos ejemplos: Google, AllTheWeb, Yahoo, HotBot, AltaVista, Hispanista, MSN, Lycos
Directorios. Organizan la información por categorías. Bajo cada una se listan los enlaces de los documentos que corresponden a un tema.
Algunos ejemplos: Google, The Open Directory, Terra, Ozú, Yahoo
Metabuscadores. Permiten consultar varios buscadores de forma simultánea.
Algunos ejemplos: surfWax, Qbsearch, Ixquick
Buscopio.net: directorio con buscadores y listados de enlaces temáticos.
3.-Usa una buena estrategia de búsqueda
Todos los buscadores por palabra clave funcionan de modo similar. Disponen de una caja de texto para introducir los términos con que defines tu consulta.
Para hacer búsquedas más precisas, combinando varias palabras clave, se utilizan unos signos llamados operadores. El problema es que no todos los buscadores utilizan los mismos. Antes de empezar a trabajar en uno de ellos, lee sus páginas de ayuda.
A pesar de las diferencias, estos sencillos consejos, aplicables en la mayoría de los buscadores, te pueden hacer ahorrar muchas horas de búsqueda:
Introduce las frases literales entre comillas.
Utiliza los signos "+" y "-" para incluir o excluir términos.
Selecciona el formato de fichero. Para ello escribe: "filetype:extensión del documento (doc, ppt, psd,..)"
Por ejemplo para buscar un documento de texto sobre la ley de protección de datos: "Ley protección datos filetype:doc"
Es indiferente que utilices mayúsculas o minúsculas, salvo raras excepciones.
Anota los resultados de la búsqueda. Bien a través de un procesador de textos o guardándolos en Favoritos.
Cómo combatir el ruido
Muchas veces una consulta da lugar a una avalancha de resultados, que pueden abrumar o desorientar al internauta. Para lidiar con este problema te sugerimos:
Utiliza también los directorios temáticos: las personas responsables de su mantenimiento habrán filtrado las páginas para que no aparezcan contenidos irrelevantes en una determinada categoría.
Prueba a aumentar el número de palabras clave, combinadas entre sí mediante operadores, de forma que la consulta sea más concreta.
Ojo al utilizar palabras homónimas. Utiliza el operador not para excluir los significados no deseados.
Por ejemplo, si buscas información sobre las pensiones como prestación de la Seguridad Social, utiliza "not habitación" o algo similar para que el buscador no incluya en los resultados las páginas que hablan de los establecimientos de hostelería denominados pensiones.
A veces, utilizar una expresión completa puede ser la forma más directa de encontrar el resultado esperado.
Ejemplo, prueba la diferencia entre buscar por "Adopción" o por "adopción por parejas homosexuales".
Restringir la búsqueda a determinados campos de la página.
En lugar de que busque la palabra en todo el texto, podemos forzar a que la localice en el título, o la URL, por ejemplo, que son dos características fundamentales de la página, donde los autores suelen colocar la esencia del contenido.
¿Cómo se hace esto?
Búsqueda en título: "title: venus"
Búsqueda en URL: "frigorífico site:consumer.es "
Cómo combatir el silencio
Si obtienes pocos o ningún resultado, puedes hacer lo siguiente:
Comprueba que has escrito las palabras clave correctamente.
Si has puesto varias palabras clave combinadas con operadores, prueba a eliminar las menos relevantes, o bien sustituye algún AND/Y por un OR/O.
Sustituye alguna de las palabras por su raíz, acompañada o no por comodines. De esa manera, abres el abanico de posibilidades. Por ejemplo: si en lugar de floristería, ponemos flor*, se hace una búsqueda conjunta para flor, floristería, floral, etc.
Ten en cuenta además que:
Algunos buscadores sí diferencian mayúsculas y minúsculas o son sensibles a los acentos.
Los motores de búsqueda no rastrean toda la información disponible en Internet. Por diversas razones, hay mucha que queda fuera de su alcance. Recurre a foros u otros medios para descubrir sitios web que pueden interesarte.
Aunque se diga que estamos en la Era Digital, lo cierto es que no toda la información está digitalizada y disponible en Internet. No olvides consultar en tu biblioteca o hemeroteca.
4.-¿Es fiable la información obtenida?
Debes tener en cuenta que la información que se publica no está sometida a ningún tipo de examen previo, ni a normas de calidad. Por este motivo, debes realizar un riguroso análisis que te asegure la calidad de la información.
Estos son algunos criterios para evaluar los contenidos de Internet:
Autoría: ¿quién es el autor?, ¿aporta alguna credencial?
Filiación: ¿pertenece a alguna Institución?, ¿alguien controla la publicación?
Actualidad: ¿está actualizada? ¿aparecen fechas de creación?
Propósito: ¿cuál es el propósito de la página: informar, explicar, vender, persuadir?
Audiencia: ¿quién se supone que es la audiencia?
Legibilidad: ¿es fácil navegar por ella? ¿están los contenidos bien estructurados?, ¿es agradable visualmente?
Analiza cada página de la lista de resultados según estos criterios. Teniendo en cuenta lo que has respondido a cada pregunta ¿guardarías esta página en tu carpeta de favoritos?
Aplica este procedimiento y comprueba si supone una mejoría. Estamos seguros de que quedarás más satisfecho con tus búsquedas.