Nunca he puesto un especial interés en mi aspecto físico, porque no me parecía importante. Pero ahora que estoy dejando de fumar, invierto mis premios en mi imagen (peluquería, sauna, cosméticos, ropa...) y estoy muy contento conmigo mismo.
La respuesta del experto:
Dejar de fumar mejora notablemente el aspecto físico: la piel pierde el tono grisáceo propio de los fumadores, pueden disminuirse ciertas arrugas faciales (por ejemplo, las del labio superior), y en general la piel mejora mucho. Si además ayudas con los recursos estéticos disponibles, pues todavía mejor. |